En marzo de 2014 la Plataforma Aragonesa por la Memoria Democrática que agrupa a la mayoría de las asociaciones memorialistas de Aragón (ARMHA, ARICO, La Charata, Foro por la Memoria de Aragón, Pozos de Caudé y Fundación Bernardo Aladrén) presentó en la DPZ una propuesta para el reconocimiento oficial y homenaje a los miembros de esa institución asesinados tras los sucesos del 18 de julio de 1936. Tuve el placer de recibirles (el único portavoz que pudo hacerlo) y me comprometí a apoyar su propuesta y sobre todo a buscar -de acuerdo con ellos- que fuera acordada de forma unánime y consensuada, de manera que pudiera servir de ejemplo para los municipios de la provincia. Llevó tiempo, pero el resultado ha sido muy satisfactorio. Por acuerdo de los portavoces de la institución (PP, PSOE, PAR, CHA e IU) y el Presidente se fijó la fecha del 16 de enero de 2015 para celebrar ese acto institucional en el Palacio de Sástago.
El pasado viernes tuvo lugar este acto de reconocimiento y reparación moral de las víctimas, en el Salón de Columnas del referido palacio a las 7 de la tarde. Comenzó con la lectura del listado de las catorce víctimas, ocho diputados: el presidente, Manuel Pérez Lizano, Antonio Plano Aznárez, Bernardo Aladrén Monterde, Joaquín Borao Cuenca, Fermín Corella León, Enrique Mínguez Bello, Antonio Ruiz García y Jenaro Sánchez Remiro; y seis funcionarios: Nicolás Artal París, Mariano Belber Bolea, Prudencio Bueno Pascual, Celestino González Lafoz, Manuel Hormigó Sánchez y Manuel Lacruz Novellón.
A continuación, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, en su conferencia, glosó la figura de los 14 asesinados y contextualizó los hechos desde una perspectiva histórica y científica del enfrentamiento de la Guerra Civil. En una intervención muy ajustada y llena de sentido común, apostó por el conocimiento y la memoria como forma de superación de esos traumas sociales y personales.
Acto seguido, el presidente y los portavoces de la DPZ (ver foto) descubrimos una placa de cerámica de Muel en recuerdo de las víctimas que posteriormente se ubicará en el jardín del Palacio de Sástago como lugar permanente.
El Presidente, L. Mª Beamonte afirmó que “siempre es importante que se defienda la memoria de las víctimas porque sobre su sufrimiento y el de sus familias se han cimentado los valores que nos distinguen y de los que debemos sentirnos orgullos. La fuerza y la imposición no llevan a ningún lado, pues son valores como la tolerancia, el consenso y el respeto lo que al final triunfan”.
Durante el transcurso del acto, la Banda Provincial de la DPZ interpretó las piezas “Adagio para saxo soprano” del Concierto en C menor de Benedetto Marcello y “Siciliana” del Concierto en G Menor de Juan Bautista Pergolesi, con la que se cerró el homenaje.
En la foto, junto al profesor e historiador Dimas Vaquero, el diputado de CHA Gregorio Briz (también profesor e historiador) y el coordinador del grupo parlamentario de CHA en las Cortes de Aragón, Antonio García.
El del viernes es un acto de una gran importancia no solo para la memoria de quienes murieron por ejercer y defender un sistema democrático (también hubo una representación de sus familiares), sino porque puede ser el inicio de un reconocimiento oficial para todos los ciudadanos que perdieron la vida en esas circunstancias y que nunca han sido reivindicados oficialmente. Crea un importante precedente, que espero tenga continuidad en otras instituciones. Se ha demostrado que el rigor histórico, el respeto a su memoria, el consenso y la normalidad son mejores instrumentos que la confrontación o el revanchismo. ¡¡Enhorabuena a todos!!
El blog de Bizén Fuster 
El reconocimiento a las victimas de un conflicto, siempre es positivo, y más si hay ese consenso
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